viernes, 7 de mayo de 2010

La drogadicción.

EL DROGADISMO


La influencia de las drogas sobre la vida de las personas no es una cuestión contemporánea, sino que en muy diversas culturas y en tiempos muy distintos la relación con las drogas ha sido relevante. La afición hacia el alcohol, las hiervas, los vapores, se remonta tanto como la historia, y si su influencia negativa sobre la salud física y mental ha sido bien patente cabe preguntarse el por qué de su sugestión.
Frente a las drogas convendría individualizar los dos sentidos de la afección: una, la que las drogas por sí ejercen sobre el organismo humano en virtud de la adicción que provocan; otra, aquella por la que la personalidad humana recurre al consuelo de las drogas. Las dos tienen una importancia por igual para justificar el consumo y del deterioro que generan sobre el organismo de quien recurre a su auxilio. El sentido más criticado por la sociedad es el que se orienta desde el poder de adicción del producto, lo que se ha venido a llamar drogadicción. El otro, el que contempla la disposición de la personalidad al consuelo de la droga está más relegado, quizá porque ha de abordarse desde la defectibilidad del ser humano para asumir su responsabilidad. Éste, a diferencia de aquél, es al que podremos llamar drogadismo.